Después de haberse marchado de Tijuana al ser tentado por la lujuria de Lucía, la tlacuacha sexy, Tlacuachis regresó al aeropuerto de tijuana para dirigirse a Roma, la capital de Italia para ver las magníficas arquitecturas y conocer el origen de su comida favorita: la pizza
Era la misma época, el 2008, cuando Tlacuachis llegó a Roma. Esta pequeña ciudad se desarrolló hasta llegar a ser considerada durante la época previa a la República, superior a sus vecinos, haciéndose cada vez más fuerte a medida que se apoderaba de más territorios. Ya en la República, alrededor del año 270 a.C. Roma dominaba toda la península Itálica y seguía su expansión. Este imperio que a partir del siglo I adC sería gobernado por emperadores, creció y absorbió ciudades y territorios que hoy en día comprenden más de 40 países con 5.000 km, de un extremo a otro.
Roma realizaba celebraciones en el Coliseo romano. Allí realizaban luchas de gladiadores. Al pasar frente al soberano al mando, los gladiadores exclamaban Ave Caesar, Morituri te salutant! que significa «¡Salve César, los que van a morir te saludan!». Además en las celebraciones muy especiales, en la parte interior del Coliseo había fieras como tigres o leones. Era cuando los gladiadores en combate llegaban a un punto muy alto de soportar la pelea; en ese momento el que estaba al mando decía si moría o no, con señas. Cuando el soberano decidía que muriera, con el pulgar hacía un movimiento como de degollarse el cuello, no el pulgar hacia abajo como antiguamente se creía. Cuando decidía por la supervivencia del vencido ponía su pulgar hacia arriba. Así era la forma con la que terminaban las peleas en el Coliseo romano.
Al andar de turista por el coliseo, Tlacuachis se encontró con un chef italiano que le prometió enseñar las atracciones gastronómicas de la ciudad. Mientras se dirigían a una pizzería, el chef le comentó acerca de su ciudad. Le dijo que Roma tenía un típico clima mediterráneo que caracterizaba a las costas de Italia. le dijo que el clima era confortable de abril a junio y de mediados de septiembre a octubre. En agosto, la temperatura promedio es de 32 °C, tradicionalmente, muchos negocios romanos cierran durante agosto, pero no todos salen de la ciudad ya que en ese tiempo de verano es cuando llegan más turistas.
También le mencionó que la red radial de comunicaciones de Italia converge en Roma, con autopistas Milán–Roma–Nápoles, Roma–Civitavecchia y Roma–L'Aquila. La ciudad es también el centro de la red de ferrocarriles nacionales e incluye en su área urbana numerosas estaciones, como la estación Termini, Tiburtina, Ostiense, Trastevere, San Pietro, Tuscolana, etc.
La ciudad tiene dos aeropuertos internacionales, el Aeroporto Intercontinentale Leonardo da Vinci en Fiumicino y el Aeroporto Giovan Battista Pastine en Ciampino, y un aeropuerto menor para vuelos turísticos, el Aeroporto dell' Urbe.
La navegación fluvial del río Tíber es posible en el centro de la ciudad, por medio de un servicio regular de navegación que tiene varios puntos de embarque alrededor de la isla Tiberina. El puerto fluvial, al que sólo tienen acceso embarcaciones de muy pequeño calado, no reviste importancia económica.
La flora en las regiones central y bajas es típicamente Mediterránea. Las características de la vegetación es la existencia de olivos, algunas palmas y cítricos. Otras variedades comunes, especialmente en el sur, son la higuera, dátiles, granada, caña de azúcar, almendros y algodón. La vegetación cerca de los Apeninos se asemeja a la de Europa Central.En Italia hay pocas variedades de animales, comparado con otras regiones de Europa; en pequeñas cantidad pueden encontrarse marmotas, cabras montesas. El oso, antes en grandes cantidades, se encuentra actualmente casi en extinción, pero los lobos y los jabalíes pueden encontrarse ún en cantidades considerables en las regiones montañosas. Otro animal común es la zorra.Existen también variedades de aves depredadoras, águilas, buitres, gallinazos y falcones, así como diversas especies de reptiles.
Esto y más le contó el chef a Tlacuachis, aparte que le mencionó que no suaban pesos sino liras como moneda oficial. Todo le pareció encantador a nuestro tlacuache querido, sin embargo cuando llegaron al restaurante no pudo contenerse de tanta comida que había, era demasiada pizza para él. Se le hizo agua su boca al pensar en cuánto comería sin ponerse un alto. La noción de la gula lo aterro, haciéndolo regresarser al aeropuerto de Roma, pues no podría vivir consigo mismo tras haber devorado tanta comida...