domingo, 17 de febrero de 2008

Un viaje fantástico










Para empezar, aclaro que este blog es con fines meramente educativos para la materia de nuevas tecnologías de información y comunicación, cursando actualmente en el segundo semestre de la carrera en licenciatura de letras hispánicas. El equipo consiste de la alumna Elsa Catalina Olivas Castellanos, con número de expediente 207211695, grupo H48.


Tlacuachis, un tlacuache amigable de pelos negros rebeldes, un par de centímetros de alto, tez morena oscura, ojos negros complexión robusta, decidió tomarse unas merecidas vacaciones por el mundo como regalo de cumpleaños adeantado. Él está a punto de cumplir 23 años, habiendo nacido un 2 de marzo del ´85 en Hermosillo, Sonora. Como lo dice su nombre, él es un tlacuache, haciéndolo internacional, pues raza no necesita, sin embargo es mexicano de nacimiento. Él es un tlacuache moderno, de la llamada generación X y le encanta andar desnudito siempre, de hecho nunca usa ropa, prefiere lo natural...







En el 2008, Tlacuachis se dirigió rumbo a Tijuana para probar los placeres mundanos de la vida. Su viaje requería de mucho descanso sabiendo bien que Tlacuachis no dormiría en esta ciudad de tentaciones...Él buscaba vivir al máximo su vida, quería probar lo que el mundo le podía ofrecer a los tracuaches... y así fue...Tlacuachis agarró un taxi rumbo a el Aeropuerto Internacional de Hermosillo para agarrar el vuelo rumbo a la ciudad del pecado. Su boleto le salió barato, lo cual lo dejó aún con ahorros para divertirse como turista










Siendo que se encuentra a 32° 31' 30" de latitud norte y a 117° de longitud oeste. Colindando al norte en 41 kilómetros con el condado de San Diego (California), al sur con los municipios de Playas de Rosarito y Ensenada, al este con el municipio de Tecate y al oeste con el Océano Pacífico. El municipio tiene una extensión de 1,239.49 kilómetros cuadrados. De él forman parte las Islas Coronado, ubicadas frente a las costas del municipio en el Océano Pacífico. Su clima es ideal pues los inviernos son suaves y sus veranos son cálidos. La flora y fauna típica son matorrales en sí, mucha maleza pues es semidesértica la zona fronteriza.




En fin , Tlacuachis no tenía información de la ciudad de su destino, simplemente quería saber los atractivos nocturnos de la ciudad. Cuando llegó al aeropuerto, un taxista le dio un "aventón" y le contó un poco de cómo moverse en aquella ciudad. Le explicó que a ciudad ofrece varios tipos de transporte público.











Existen un sin número de "calafias" por los mismos pobladores (esto tiene el origen debido a que la primera empresa que utizó ese tipo de vehículos se llama Calfia, de ahí los usuarios le llamen calafia). También se hacen presentes los llamados "Teextis," que son autobuses rojos (con excepción de los que portan anuncios en los costados). Existen también dos tipos de taxis. Los "libres" son carros pequeños que transportan a una persona o familia a la vez; no tienen ruta fija y cobran de acuerdo a la distancia recorrida. El otro tipo de taxis son de tipo "astros" o "vans" blancas, amarillas, naranjas, rojas o verdes, según la ruta que siguen. Estos son colectivos. Tienen cuotas y rutas fijas hacia distintos puntos de la ciudad.




Tlacuachis fue al museo de cera, uno de los tres en México, que albuerga figuras de cera de celebridades y es ahí donde se encontró con Lucía, una tlacuacha de la vida fácil, la cuál inducía a Tlacuachis a caer en tentaciones carnales. Éste decidió irse en seguida al ver que la tentación crecía hacia ella. Es aquí cuando por primera vez sintió miedo de caer preso de las lujurias del mundo...













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